HOY ES UN DIA MUY ESPECIAL, MI HIJO EL SER QUE MAS AMO, CUMPLE 21 AÑOS...
Hace la bobadita de 19 años, cuando trabajaba en la Personería de Medellín participé en un taller de expresión oral y escrita; tuve la fortuna que mi ejercicio de escritura fue seleccionado para publicarlo en los colegios de Medellín, ésto con el fin que sirviera de instrucción a las adolescentes y prevenir además de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, principalmente los abortos; también enseñarles el valor de la vida y que pueden escoger otra opción, por cuanto es el relato de mi experiencia mientras estuve embarazada de mi hijo. (yo prefiero llamarlo la dulce espera)
Hoy que cumple mi hijo 21 años y que no lo tengo junto a mí, toda vez que estoy radicada en España y él se quedó viviendo en la bella villa, pensé que nada mejor de regalo (además de lo que le mande, pues no perdona el vil metal. Es broma gordo!!!) que dedicarle esta entrada de mi blog, cambiar la música de fondo por algo de Metallica que es su grupo de rock preferido y dejar de lado la melancolía que me embargaba estos días.
Así que sin más preámbulos, les transcribo el inicio y final de mi escrito, en otra oportunidad con más tiempo y espacio de pronto me animo a publicarlo completo.
ESPERANDO A JUAN ESTEBAN
20 de noviembre
Tengo un retraso de tres días y aunque científicamente no me han confirmado que estoy embarazada, estoy plenamente segura que es así. Siento una emoción creciente que me va envolviendo, que se apodera de mí y no me permite pensar en otra cosa sino en esa realidad que se ha estrellado de golpe contra mi vientre. En mis planes no había estado nunca un hijo, pero él se apareció de pronto y empieza a llenar mi cuerpo de su presencia, pronto no sólo será mi cuerpo el que estará invadido por él, sino mi vida entera.
1 de agosto
Ni siquiera pude dormir anoche, mi bebé no se mueve desde el martes, yo le hablo, le doy masajes, le pongo música, pero nada, entonces despierto a John casi al borde de un ataque de histeria, -¡Se murió mi bebé y nadie me prestó atención, yo sabía que no era tapón mucoso, yo sabía que era agua lo que me estaba saliendo, se quedó sin líquido amniótico y ahora está muerto, se ahogó!, -Cálmate, estás muy alterada y eso no te hace bien ni a ti ni al bebé, -¡Ya al bebé no le importa como me pueda sentir, si lo dejé morir!, debí ser más persistente, hacerme examinar y no quedarme con una simple consulta telefónica cuando tuve mis dudas, -Arréglate pronto y nos vamos ya para donde la doctora. Entramos sin tener cita, a pesar de que había muchas pacientes en la sala de espera, ella nos hizo seguir a nosotros primero, me examinó detenidamente y concluyó lo que yo ya sabía, reventé fuente hace casi una semana y el cuello del útero no ha dilatado ni un milímetro, me programó cesárea de inmediato, debo de estar en la clínica a las 3:00 p.m. y sólo puedo beber agua el resto del día, por fortuna parece que mi bebé aún está bien y eso me tranquiliza un poco.
Llego a empacar mis cosas y las del bebé, todos los simulacros que hicimos preparándonos para este día y nada salió como lo teníamos previsto, una cesárea no estaba en mis planes, pero es eso o que mi bebé se muera. Nos acompañó a la clínica María Elena, la que va a ser la madrina, están tan nerviosos John y ella que lo primero que echan en la pañalera es media botella de aguardiente, los miro aterrada pero no digo nada.
A las 5:00 p.m. me llevan a cirugía, tengo tanto miedo y al cerrarse la puerta de la sala me quedo infinitamente sola, John me dice adiós y deja su mano levantada como para hacerme saber que aunque no esté físicamente conmigo, él está ahí, cerca de mí, acompañándome. Me tienen que poner dosis extra de anestesia, creo que es por lo nerviosa que estoy, no puedo ver mi vientre pues han colocado un parapeto sobre mi pecho que me impide hasta moverme, el anestesiólogo está a mi lado y aprieto su mano con fuerza, creo que se la voy a partir pero sólo me susurra al oído palabras de aliento, todos tratan de hacer de la cirugía algo muy agradable, pero yo todavía no logro calmarme, por fin a las 5:30 p.m. escucho el llanto de mi bebé, ¡ES UN NIÑO! Como lo había intuido desde el principio, el anestesiólogo marca a la habitación y John también puede escuchar el primer llanto de Juan Esteban, los dos lloramos de emoción y él me dice: -Es el mejor regalo que me has podido dar-, contesto: -Te amo mucho, y él -Yo los amo a los dos.
Gordo espero que te guste y recuerdes que te amo desde el primer momento en que presentí tu presencia y siempre te amaré pase lo que pase.
Annie Madre