Busca en mi blog o donde quieras

viernes, 26 de octubre de 2012

El Principito y el nativo digital

Capítulo perdido de El Principito 
Texto: Regina Carrá Ilustración: Carlos Lavida

El Octavo planeta estaba habitado por un nativo digital. Tenía un smartphone en la mano y no cesaba de tocarlo con los dedos. 

-¡Buenos días! -dijo el principito. 

-¡Buenos días! -respondió cortésmente el nativo, pero no alzó la mirada de su aparato. Las yemas de sus dedos no cesaban de posarse sobre la pantalla. 

-¿Qué haces?- preguntó el principito. 

- Converso con mis amigos - contestó el nativo sin alzar la mirada. 

- Pero estás solo. ¿Dónde están tus amigos? 

-Por ahí... Por allá ... - contestó el nativo. 

- ¿Vamos a mirar un atardecer? 

- No puedo - contestó el nativo. - Estoy conversando con mis amigos. 

- Pero estás solo. 

- No, algunas veces nos vemos en persona. Pero la mayor parte del tiempo nos comunicamos por aquí. Es mucho mejor, no tengo que ir a ningún lado y ellos tampoco. 

-¿Y de qué sirve tener amigos si casi nunca los ves? 

- Me ahorra tiempo. 

-¿Tiempo para qué?- preguntó el principito. 

- Para conversar con mis amigos. 

"Tal vez no vale la pena tener amigos- pensó el principito- si uno siempre va a estar solo." 

5 comentarios:

Novicia Dalila dijo...

Aleccionador este capítulo inédito del Principito, Parce.
Justo ayer le decía a alguien que en mis comienzos en la red me enganché tanto que descuidé todo lo mío y a toda mi gente. Buscaba como loca el momento de sentarme a conversar (y todo lo demás, ya sabes :P) con gente que en realidad no formaba parte de mi vida - al menos la mayoría no eran nada mío ni para mí, otros sí, por supuesto - y quitaba mi tiempo a mi familia, a mi casa... Esos minutos y horas que debería haberles dedicado a ellos y que además echaban en falta.
Gracias a dios, rectifiqué a tiempo y ahora, creo, le doy a cada uno lo que necesita y, la verdad, mi vida "cibersocial" no se ha resentido en absoluto. La verdad es que ahora tengo a poca gente con la que compartir - a nivel cibernético quiero decir - pero tengo suficiente.
Y no puedo renegar del todo de lo que es la virtualidad en sí, porque si no hubiera sido por eso, nunca hubieran llegado a mi vida personas a las que quiero de corazón, como eres tú, parce.

Un beso muy fuerte <3

Sergio dijo...

A mí como a tu parce me ha recordado a mí mismo eso de estar tan conectado. Aunque antes del ordenador eran los libros. Menos mal que me aburro de todo(o no tan menos mal) y de vez en cuando hago cambios y doy volantazos en mis costumbres y hasta me desconecto. Y me va muy bien. Desde luego la idea del principito y sus planetas y sus extraterrestres muy sospechosamente parecidos a nuestros terrestres da mucho juego. Y esta escritora le ha cogido muy bien el tono al libro. Yo de momento muy poco internauta. Me he escapado temporalmente del vicio. Aunque seguro que regreso a mi planeta. Besos

Annie dijo...

Después les contesto a los dos despacio y con buena letra...

Un besazo para ambos y mi cariño por siempre

Annie dijo...

Parce sabes de sobra que a mí me pasó casi calcada la misma situación, al punto de poner en peligro mi matrimonio varias veces, creo que era adicta...

Por suerte creo que ya es prueba superada y hoy por hoy el conectarme a Internet es un placer y no me produce ansiedad, ni tampoco me genera problemas en casa.
Además como vos, agradezco a lo que llamas "virtualidad", porque sin ella no podría compartir contigo como hasta ahora lo hacemos ni tenerte como amiga.

Te quiero mucho parcerita de mi alma

Annie dijo...

Sergio yo también soy cíclica pero me ha pasado al contrario que a ti, primero enganchada al ordenador y ahora no salgo de la biblioteca.

A raíz del desencuentro con mi gordo eliminé mis cuentas de facebook y cambié el dominio de este blog para retirarme a mis cuarteles de invierno, pero la verdad es que a veces lo extraño, sobre todo el facebook, que me mantenía en contacto con amigos de infancia y adolescencia y de los cuales no tuve la precaución de guardar sus direcciones de correo electrónico o números de teléfono para no perder el renovado contacto, pero después pienso que lo que por agua viene, por agua se va, y si he pasado tantos años sin saber de ellos puedo seguir así el resto de mi vida...
Me gusta mucho que contigo no perdí el contacto.

Un besazo cargado de energía positiva